Cuento de Thais y las 5 Botellitas Mágicas

En lo profundo de un bonito bosque, había un lago con una cascada que brillaba cada mañana con la luz del sol. Era un lugar maravilloso, rodeado de flores de mil colores y árboles tan altos que casi podían rozar con sus hojas las nubes. Aquel maravilloso lugar se llamaba Bosque Esperanza.

En ese bosque vivían muchas familias de animalitos. Todos eran muy felices viviendo con respeto y armonía. Junto al lago había el árbol más grande del bosque, donde vivían una familia de erizos llamados cariñosamente por sus vecinos, Los Púas. El señor y señora Púas acababan de ser papás y estaban la mar de contentos. Era la bebé eriza más bonita del lugar. A la pequeña, la llamaron Thais. ¡Ahora si que todo era perfecto!

Un día decidieron dar un paseo por el sendero de las flores mágicas, cuando de repente la mamá erizo empezó a dar vueltas y vueltas sin poder parar de girar. La pequeña Thais se asustó mucho, porque cada vez que su mamá quería dar un paso, su cuerpo daba un giro inesperado. En uno de esos giros estuvo a punto de caer contra el suelo, pero papá erizo fue rápido como un rayo y cogió en brazos a mamá erizo.

El papá le dijo a la pequeña Thais:
-"¿Parece que mamá no se encuentra bien?"
Thais le miró asustada con los ojos tristes y llenos de lágrimas.
-"Tengo mucho miedo papi" -Exclamó la pequeña eriza.
-"No te preocupes cariño, papá siempre estará con vosotras para que nunca tengáis miedo."